De acuerdo con la reciente publicación de McKinsey “Five ways that ESG creates value”, una importante cuota de beneficios empresariales está en riesgo por cuestiones que están fuera de su control. Así, los subsidios a determinadas industrias (automoción y defensa), los requerimientos mínimos de capital (banca), la protección del consumidor (bienes de consumo), la interrumpibilidad eléctrica (gran industria y químicas) y el acceso al mercado (farma y healthcare) suponen riesgos e incertidumbres para el mantenimiento de la rentabilidad a largo plazo.

La propuesta de creación de valor a través de ESG pretende reducir una parte importante de este riesgo y generar nuevo valor a través de 5 vías:

    1. Crecimiento de la línea de ingresos: la tendencia marca que cada vez mayor número de clientes (públicos y privados) prefieren iniciativas y productos sostenibles. Tener mejor acceso a determinados recursos a través de una comunidad más fuerte (enfoque social) y con mejores relaciones con los gobiernos es otra de las claves de un mejor crecimiento para las empresas que siguen los principios de ESG.
    2. Ahorro de costes: existe una clara correlación entre la eficiencia de recursos y los resultados financieros. Introducir programas que prevengan la polución o la mejor utilización del agua en muchas ocasiones se plasma en una mayor atención a los mantenimientos preventivos y a un mejor uso de los recursos.
    3. Reduce la presión legal y regulatoria que en el largo plazo suponen un incremento de costes imprevistos: las empresas sostenibles alcanzan una mayor libertad de movimientos a través de la desregulación y, además, suelen ser beneficiarias de ayudas y apoyo de los gobiernos locales.
    4. Incremento de productividad: La estrategia de creación de valor a través de ESG permite generar una mayor capacidad de atraer talento a través de una mayor credibilidad social y una mejora de la productividad por la motivación adicional de empleados.
    5. Optimización de activos e inversiones: una mejor asignación de capital a través de inversiones en energías, fábricas y equipos más sostenibles generará incrementos en los retornos en el largo plazo porque evitará inversiones que no den resultados debido a problemas medioambientales.