La ola ESG se acerca rápidamente y amenaza con llevarse por delante a todas aquellas actividades que no respetan el medioambiente o a las exigencias de la sociedad civil.

El crecimiento del impulso regulatorio durante los últimos meses para promover la inversión sostenible, unido a los importantes cambios demográficos y sociales que han fortalecido la conciencia social son factores que están impulsando al alza la estrategia ESG hasta proclamarla vencedora para los próximos años, dadas sus perspectivas de crecimiento a doble dígito.

El capital financiero global se canaliza cada vez más hacia proyectos sostenibles, donde Europa ha decidido posicionarse estratégicamente como el centro de referencia mundial de la sostenibilidad. Con este posicionamiento Europa espera crear nuevos puestos de trabajo y nuevas oportunidades de negocio, aumentando así la prosperidad de la población.

Para llevar a cabo este reposicionamiento, Europa ha dotado su programa NextGenerationEU (instrumento temporal concebido para impulsar la recuperación que supone el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto de la UE) con un total de 1,8 billones de euros que ayudarán a reconstruir la Europa posterior a la COVID-19, que será más ecológica, digital y resiliente.

Este posicionamiento europeo se basa en cuatro pilares:

  1. Revisión regulatoria completa como motor de la aceleración del cambio hacia un modelo sostenible, penalizando aquellos que no lo son.
  2. Aumento entre los inversores de la evidencia de un mayor retorno financiero a través de la inversión sostenible. Se impone en el mercado que sólo existe rentabilidad a largo plazo en una inversión si esta sigue las directrices sostenibles.
  3. Cambios en los valores sociales de los inversores institucionales que ya incorporan la sostenibilidad en sus mandatos. Estos cambios se han dado como respuesta a la presión de los responsables políticos y otras partes interesadas.
  4. El efecto de la pandemia y de la nueva crisis financiera en ciernes ha catapultado la conciencia pública de la sostenibilidad y la digitalización como factores relevantes para la supervivencia de los negocios, suponiendo probados cambios en el comportamiento del consumidor.

El rápido repunte de los productos de inversión relacionados con estrategias ESG está marcando el comienzo de un cambio de paradigma en la industria europea. Se baraja como mejor escenario que los activos de fondos ESG bajo gestión (AuM) pasen a representar más del 50% del total europeo en el año 2025. Esto representará una impresionante tasa de crecimiento anual compuesta del 28,8% (CAGR) de 2019 a 2025.