Los datos nos ayudan a tomar mejores decisiones, más informadas y respaldadas por evidencias. Vivimos en la era de los datos, no podemos imaginar un director financiero que tomase decisiones sin mirar su ERP o un responsable de Marketing que no tenga en cuenta las preferencias de sus consumidores. Lo mismo ocurre con el impacto, sin medir las contribuciones difícilmente sabremos la importancia de la mejora que hemos introducido en nuestro entorno o lo eficaz de nuestras medidas.

La inversión de impacto se enfrenta por tanto al reto de medir y comparar los objetivos no financieros al igual que lo hacemos con la contabilidad, de forma que los inversores y empresas puedan actuar y apostar por aquellas iniciativas que sean mas eficaces.

Sabemos que los objetivos, además de medibles, deben ser ambiciosos aunque alcanzables para ser efectivos. Nosotros creemos en aplicar el máximo rigor en la medición para evitar la tentación de considerarlo únicamente como elemento de marketing o “Green washing”, buscando reflejar en cada momento la evolución, los procesos y mejoras puestas en marcha.

A pesar de que podríamos escudarnos en las dificultades actuales como la falta de estandarización, la multitud de medidas existentes en el mercado con difícil trazabilidad o la dificultad de medir intangibles, no podemos renunciar a entender el por qué, el qué y el cómo se mide además de cuál va a ser la finalidad de los datos e información que se obtenga.

Para hacerlo vamos a aplicar una metodología de medición, basada en el marco más completo y ambicioso, el desarrollado por la European Venture Philantropy Association (EVPA) que ha sido recomendada por el Grupo de Expertos en Economía Social y Empresas Sociales (GECES) para el programa EaSI y el reglamento de Fondos de Emprendimiento Social Europeo (FESE).

Proponemos los siguientes pasos:

  1. Establecimiento de objetivos: La organización debe tener claro el impacto específico que desea alcanzar con su actividad. ¿Qué problema se quiere resolver? ¿Quién se verá beneficiado? ¿Cómo lo vamos a alcanzar? ¿Qué llamaremos éxito?
  2. Análisis de los agentes involucrados: Solos no vamos a ser capaces de recabar los datos, se necesita conocer a los «stakeholders» que participan en el proceso, cómo impactan y su contribución.
  3. Medir con indicadores: Para establecer los indicadores de impacto y como vamos a recoger la información asociada tenemos a disposición un gran número de herramientas e indicadores de referencia que se adaptan a cada sector, naturaleza y capacidad de la organización, pero siempre dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Como recomienda la UE, usaremos hasta 5 indicadores con cada una de las compañías participadas
  4. Verificación y valoración del impacto: Es necesario medir al inicio, durante y al final de cada periodo establecido para poder tomar acciones correctivas y conseguir alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto.
  5. Seguimiento y presentación de resultados: Los datos se deben registrar de forma sistemática, de forma que sean interpretables y que se puedan agregar a futuro. Es esencial conseguir un buen balance tanto de datos cuantitativos, como de información cualitativa que pueda aportar valor a la actividad que estamos realizando.