Ban Ki-Moon, exsecretario general de Naciones Unidas, al hablar sobre el Objetivo 17 dijo: “Para aplicar con éxito la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, debemos pasar rápidamente de los compromisos a la acción. Para ello, necesitamos alianzas sólidas, inclusivas e integradas a todos los niveles”.

Los ODS sólo se pueden conseguir a través de asociaciones mundiales sólidas y de la cooperación. Para ello, tiene que participar tanto la sociedad civil, como los Gobiernos y las empresas. La participación de estas últimas es fundamental para lograrlo pues son las que tienen la tecnología y las capacidades para innovar que permitirán alcanzar metas que hoy en día parecen lejanas.

Si buscamos tener éxito en los fines pretendidos, debemos establecer actuaciones y planes sobre principios y valores, así como sobre una visión y unos objetivos compartidos que se centren primero en las personas y el planeta.

Para alcanzar la excelencia y aprovecharse de una mejor competitividad, no basta con rendir bien en una de las tres dimensiones de ESG: una empresa centrada en el Gobierno corporativo (G) pero que no presta atención a sus empleados (S) o al medioambiente (E), no conseguirá captar las ventajas competitivas que da una estrategia ESG integrada. Sólo con la alianza entre los distintos objetivos conseguiremos llevar al siguiente nivel a las empresas y, de forma agregada, a nuestro planeta.