Dentro de la industria sostenible, el sector de reciclaje es uno de los sectores que tendrá un mayor desarrollo en los próximos años por cuanto los esfuerzos en concienciación social de los últimos años empiezan a cristalizar. Aún así, España sigue siendo el país europeo que más residuos acumula proporcionalmente con más de 12 millones de toneladas anuales:

Fuente: Eurostat
Estas cifras nos indican que el mercado de reciclaje en España está todavía en desarrollo y que, para acercarse a la media europea, los ciudadanos y autoridades tienen todavía trabajo por delante hasta alcanzar a nuestros vecinos.

En la actualidad se recicla diversa tipología de productos:

 

Envases, papel, metal y cartón (8%) y vidrio (7%) suponen de forma agregada el 15% de los residuos generados, dentro de la cual son los porcentajes de reciclado más elevados: i) Envases de plástico y derivados 76% ii) Envases metálicos 85% iii) Envases de papel y cartón 80% iv) Vidrio 73%.

Ese porcentaje no es tan alto en los segmentos de “Otros restos de plásticos y papel” y “Envases comerciales” que, a pesar de representar el 32% del residuo generado por los españoles, tienen un índice de tratamiento muy inferior al de envases.

El camino ya iniciado en la mejora de los índices de reciclado de esos productos revela la existencia de una gran oportunidad para aquellas industrias dedicadas a reducción del impacto medioambiental en el sector del packaging.

Los objetivos a los que se enfrenta el mercado español de packaging son principalmente: i) continuar minimizando hasta que se elimine por completo el uso innecesario de packaging, ii) desarrollar el packaging existente a través de la utilización de envases reciclados en aquellos usos menos sensibles, como los no alimentarios, y iii) sustitución de materiales hacia productos con mayor facilidad de reciclaje.

En los próximos años se profundizará en la reflexión iniciada en este sector para buscar soluciones desde cero en las que los fabricantes, de acuerdo con la industria del reciclaje, reduzcan el impacto medioambiental de los productos comercializados.

Es relevante para las empresas tener control en toda la cadena productiva para poder mejorar de forma directa e indirecta su huella medioambiental y crear el cambio necesario para una economía más sostenible.